La bicicleta, al igual que cualquier otro vehículo, necesita que de vez en cuando realicemos ciertas acciones de mantenimiento para asegurar que siempre estará en unas condiciones óptimas de uso.
El mantenimiento de una bicicleta convencional podría resumirse en dos procesos tan sencillos como limpiar y engrasar, para una ebike este proceso es en esencia el mismo, con la salvedad de que deberemos tener en cuenta ciertas peculiaridades.
Lo primero a tener en cuenta es que las ebike requieren un mantenimiento básico un poco más exhaustivo y constante ya que, debido a su naturaleza, sus elementos de transmisión (cadena, cassette, piñones y plato) tienden a desgastarse de una manera más rápida como consecuencia del par que es generado por el motor eléctrico.
Limpieza ebike
Para engrasar nuestra ebike sería recomendable empezar por darle una pequeña limpieza de ser necesario, para esto procederemos a retirar la batería y los displays removibles (en caso de que no lo sean, los taparemos con un film). Una vez retirados, procederemos a limpiar la ebike.
La limpieza de la ebike debe realizarse con sumo cuidado, se puede usar agua (siempre y cuando no tenga presión). El siguiente paso es utilizar jabón, podemos recurrir a un jabón genérico, aunque en el mercado disponemos de jabones específicos para la limpieza de ebike cuyo elemento diferenciador es que no maltratan las zonas de plástico.
Engrasar ebike
Una vez tenemos limpia nuestra ebike, ha llegado el momento clave, engrasarla.
Para lubricar la ebike disponemos de una amplia gama de aceites en el mercado, estos se diferencian en función de la viscosidad, la frecuencia de uso, el tipo de uso o incluso del clima en el que vayamos a usar la ebike, teniendo infinidad de posibilidades.
Un gran handicap que debemos considerar a la hora de ponernos a engrasar una ebike viene del propio sistema de transmisión pues, a diferencia de una bicicleta convencional, las bielas son independientes al plato en el momento de ir marcha atrás, haciendo mucho más engorrosa la tarea de mover la cadena.
Por suerte, esta problemática se puede solucionar gracias a útiles de reciente creación los cuales tienen la función de hacer girar el plato y las bielas solidariamente hacia atrás, pudiendo mover la cadena como si se tratase de un bicicleta convencional y pudiendo hacer la tarea de una manera mucho más sencilla.
Un punto importante a la hora de lubricar nuestra ebike pasa por no lubricar de manera directa el cassette o el plato, la lubricación debe hacerse sobre los eslabones de la cadena para evitar que quede restos sustanciales de grasa en cassette o frenos.
Una vez hemos terminado el engrase, procederemos a retirar con un paño el exceso o sobrante de grasa en la cadena y volvemos a montar la batería y los displays en caso de haberlos retirarlo.
Comprueba que todo esté en orden
Al igual que con una bici convencional, es recomendable que, una vez engrasada la transmisión, esta se compruebe engranando todas las marchas de la ebike para hacer llegar la lubricación a la totalidad del cassette y del plato y verificar que todo está en orden.
Ahora que ya sabes cómo engrasar una ebike, hay otra cuestión importante:
¿Cada cuánto hay que engrasarla?
Los intervalos de engrase de una ebike vienen determinados esencialmente por la frecuencia y condiciones de uso que el usuario les de, teniendo que ser más regular en situaciones en las que hagamos un uso exigente de la ebike o en terrenos rurales.
En definitiva, el engrase de una ebike es un proceso que, si bien es un poco más complejo que en una bicicleta convencional, no debe de asustar a nadie a la hora de hacerlo ya que unicamente requiere un poco de cuidado a la hora de actuar.